Semillitas del Mañana: de Posorja a las victoriosas canchas del Interbarrial
Su dedicación, superación de obstáculos y esfuerzos comunitarios reflejan un impacto positivo que va más allá del deporte.
La Fundación Deportiva Semillitas del Mañana, una entidad sin fines de lucro, se erige como un faro de esperanza en el barrio 8 de Julio, de Posorja. Hace aproximadamente cuatro años iniciaron sus pasos en una sencilla cancha de tierra, donde formaron un pequeño equipo que ha evolucionado hasta albergar a 200 infantes de esta parroquia.
El camino hacia el reconocimiento no ha sido fácil. Inicialmente, la fundación carecía de apoyo financiero de cualquier entidad externa. Sin embargo, con esfuerzo y dedicación, la directiva logró entablar conversaciones con autoridades municipales. Este diálogo resultó en un acuerdo que permitió a los niños entrenar en instalaciones más adecuadas, como las que tiene el estadio municipal Carlos Baidal Tircio.
Este cambio permitió que todos los jóvenes de esta escuela adquieran destreza, acrecienten su empeño y pasión. Los deportistas han llevado a la fundación a participar en el Interbarrial con seis categorías. “Gracias a las condiciones de los chicos y sus ganas, hemos podido clasificar con cuatro categorías”, enfatizó su entrenador Leandro Mero.
Mero habla en especial de la sub-16, conformada por 23 jugadores, quienes enfrentan el torneo con una determinación admirable. “Los entrenamientos, intensivos y variados, abarcan aspectos físicos, tácticos y técnicos a lo largo de la semana”, recalcó acerca de la preparación que los chicos tienen.
El equipo no es ajeno a la victoria, pues han logrado campeonatos en torneos internos locales. Todos los integrantes de este equipo cuentan que la participación en estos torneos es una oportunidad invaluable para perfeccionar sus habilidades en cada enfrentamiento.
El camino hacia el Interbarrial no fue casualidad, sino un impulso brindado por una conocida que despertó su interés. Ahora, el equipo trabaja incansablemente con metas claras: ofrecer a los jóvenes una nueva experiencia, luchar por un título en el Interbarrial y, a largo plazo, aspirar a un ascenso en la ciudad de Guayaquil, compitiendo con equipos de segunda categoría.
Leandro Mero, junto con John Meneses, son quienes guían a estos jóvenes, inculcándoles la importancia de desafiarse enfrentando rivales más experimentados. La dedicación de este equipo va más allá del campo de juego, extendiéndose a la superación personal y colectiva.